lunes, 8 de junio de 2009

CONTRACTURAL

Yo creo que la "poesía starbucks" ya puede ser considerada como un género literario propio.

Y ahí estás en el starbucks de Fernando VI mirando la marisquería y la tienda de alpargatas cerrada y pensando en mil personas descalzas haciendo de su planta del pie patatas hortigas y piedras y arena el absoluto nunca más y la gente que pasa y te mira ahí dentro preguntándose si es el starbucks el que me ha metido aquí para darse un aliento a bostezo bohemio y yo me siento decorado atrezzo urbano y quiero pisar de cortázar su verbo y quedarme desnudo o no porque me daría un aire iconoclasta disfrazado mejor que es como hay que andar de ingenio a ingenio y los coches van afuera a 16 km/h y yo aquí dentro sin reloj ni verbo con una contractura contracultural en el cerebro

miércoles, 13 de mayo de 2009

EL AMOR NO ME EXTRAÑA

El amor no me extraña
Sentir que mis arterias forman un nudo
Que en sueños con un simple gesto
Me toques el corazón y reorganices todo este
Lío de cables sueltos lo dejes
Desnudo
Y el amor y no me extraña
el amor no me escribe
el amor no se acuerda
el amor no me llama
Aún no había comenzado nada
Y todo ya se había terminado

Me cegó el relámpago
Pero nunca llegó el trueno
Ya está escrito el cuento
Ahora escribo el prólogo
Toca de nuevo olvivir
Para mantenerse cuerdo
Me fuerzo a fingir
Que tengo remedio
pero
El amor no me extraña
Y yo no tengo remedio

No te engañes celebro esta tachadura
Este garabato esta inocentada
Este arrebato
Gracias al amor
Que no me extraña
Los meses del dos mil nueve
No han sido una miseria de días
Restas divisiones dividendos

Sino gritos de lunas que me arden dentro

viernes, 8 de mayo de 2009

EL ÚLTIMO BAILE DE LA BANDA DEL MONO (Segunda parte y final)

Guido, Francesco, Fredo, Giovanni y Nadia sentados alrededor de la mesa sobre la que permanecía amordazada una botella de grappa. Nadia es la primera que se decide a quitarle la mordaza a la botella:
- Llevo doce días bebiendo grappa y con ganas de morirme.
Cinco miradas silenciosas observan como la sombra de la botella marca las horas.
- Ni vosotros ni vuestros malditos instrumentos me van a animar, os lo aseguro. Es mejor que os vayáis.
Giovanni saca las castañuelas y se arranca a cantar. "Fra Bartolo tenía un secreto, un secreto tenía Bartolo, y es que era padre de la iglesia del pueblo, y del monaguillo de la pobre Muriel".
Permanecen callados durante varios segundos. Guido coge la botella de grappa, y fue tal su ímpetu al beber de la misma que se atragantó y escupió el trago sobre la mesa. Al fin los cinco explotaron en una risa frenética, cogieron todos sus instrumentos y se pusieron a cantar de nuevo.
Nadia también se rió, pero para evitar que fuera vista claudicando, se refugió en la cocina y por fin, se puso a hacer algo útil tras doce días perdidos: les iba a cocinar pasta.
Fredo se percató de todo ello, y le asombró la belleza del rostro sonriente de Nadia. Descubrió dos simpáticos hoyuelos hasta entonces ocultos en sus mejillas.

Los días pasaron y Nadia fue recuperando su humor y su actividad gracias a las gamberradas de los cuatro musicos. Con Fredo se iba estableciendo una complicidad mutua sincera y especial.
El sexto día de convivencia fue el último, ya que otro compromiso les esperaba. Una anciana de Nápoles estaba deprimida tras la muerte de su vaca favorita. En la fiesta de despedida Nadia se acercó a Fredo y le preguntó:
- oye Fredo, ¿Porqué os llamáis la banda del mono?.
Fredo esbozó una pícara sonrisa y llamó a Guido:
- Guido, ven aquí. Este bello arcángel quiere ver al mono.
Guido se colgó de un manzano, se bajó los pantalones y comenzó a chillar como un mandril, ante el jolglorío de todos. Incluso los perros, Como y Ciro, se pusieron a saltar meneando el rabo con energía.
- ¡Vaya tres rabos se vislumbran!.- gritó un Giovanni disparatado.
¡Quién iba a intuir que aquel sería el último baile de la Banda del Mono! Entre jadeos Fredo acercó sus labios a la oreja de Nadia. Le suspiró una frase:
- Nadia, me he enamorado de tí.

En poco tiempo, un par de días, los del Mono lograron contentar el espíritu de la anciana de Napolés, que sustituyó el recuerdo de su vaca muerta por el del rabo del Mono de Guido.
Fredo decidió tomarse unos días libres para visitar a su amada Nadia, a la que deseaba ver más que a nada en el mundo. Con su vieja mandolina iba cantando alegres sonetos por el camino, mientras evocaba despierto los hoyuelos mágicos del rostro de Nadia.
Cuando llegó a la finca se encontró una desagradable sorpresa. Nadia dormía abrazada al cerdo de Paolo sobre la hierba del campo.
Fredo, envenenado de tristeza, rompió su mandolina en mil pedazos.

miércoles, 6 de mayo de 2009

EL ÚLTIMO BAILE DE LA BANDA DEL MONO (Primera parte)

Los ojos de Nadia eran de piedra, el iris bronce líquido. Enfocaban hacia el ramo de orquídeas que había dejado Paolo sobre la mesa de matanza. Hacía ese lugar se dirigía su mirada, pero no por ello identificaba las cosas, los objetos. Estaba absorta. El que debía estar ahí encima era el cerdo de Paolo, no sus disculpas malditas, pensaba Nadia.
Llevaba doce largos días en el mismo estado de éxtasis, asimilando la infidelidad de Paolo. Desde entonces, tenía su huerto desatendido, las vacas sin pastar y las fresas ya podridas esperando a ser convertidas en mermelada. No podía entender como en cambio Paolo, el culpable, podía ir a su trabajo en la depuradora comarcal como si nada.
Hasta las orquídeas brincaron de la mesa de matanza cuando una música ensordecedora rompió a sonar en el exterior de la finca. Nadia pensó que era un trueno. Cogió la escoba y salió perseguida por sus dos perros, Como y Ciro, que no paraban de ladrar y dar vueltas como dos peonzas peludas.
La música brotaba del violín de Francesco, la pandereta de Guido, la mandolina de Fredo y las castañuelas de Giovanni. Parecían cuatro torrijas de lo borrachos que estaban, y se habían acercado a trompicones hasta la casa de Nadia para cantar canciones alegres, sobre locos exhibicionistas y elefantes parlantes. Pero Nadia no estaba de humores, y en lugar de eso mando parar la música blandiendo su escoba al aire.
- ¿Qué coño hacéis aquí? ¿No veis que me estáis espantando a los animales?
Fredo dio un paso al frente y contestó todo lo educadamente que pudo, aún estando beodo:
- Nadia, somos la Banda del Mono y hemos venido porque nos ha avisado su santa madre, que buenas piernas conserva...
- Santa, santa.- recitaron al unísono el coro de borrachos.
- ...nos ha dejado dicho que estás triste porque te pesan los cuernos que te ha puesto el malandrín del Paolo, que es un bastardo y huele a moñiga.
Nadia masticaba las palabras como si fueran frutas que no la cabían en la boca. Al fin tragó y escupió:
- Pero ¡Cómo os atrevéis! ¡Sinvergüenzas!
Fredo prosiguió, no sin torpeza:
- Nadia, bello arcángel de montaña, nuestro cometido es hacer que olvides tus penas y hacerte sonreir, y hasta que eso no ocurra, nos instalaremos en tu hogar, y así permaneceremos. De modo que se nos haga sitio.
- ¡Se nos haga sitio! ¡se nos reconforte!, gritó el resto de la banda.
Y reiniciaron la canción allí donde la habían dejado.

lunes, 27 de abril de 2009

LA SOMBRA (Quinta parte -y final-)

-Veo que tú y Gorka os habéis hecho buenos compañeros.
-Si, bueno, nos llevamos bien.
Yo solo tenía ganas de volverme a la habitación y construir esa jaula para periquitos que estábamos construyendo Gorka y yo. Pero Elisa continuaba estirando la conversación.
-Fantástico, la verdad, no esperaba obtener tan buenos resultados tan pronto.
-Ya, Gorka no es tan mal chico, simplemente tiene algún problema que otro.
Cuando regresé a la habitación me encontré con Gorka medio dormido encima de la litera.
-Venga Gorka, levanta, recítame algún verso de Wordsworth antes de irnos al taller.
-Ohhh…Alfonso, ahora no, quiero dormir un poco.
Respondió con gran lentitud. Estaba irritado.
-Vamos tú, no me toques los huevos, tenemos que hacer la puñetera jaula.
A Gorka le sorprendió mi tono agresivo. También a mí.
-¿Ehh? Oye tío, déjame en paz, solo quiero dormir un poco. Luego te leo lo que quieras.
De pronto perdí el control de mis nervios, dejé de ser dueño de mi voz y de mis manos.
-¡Con qué con esas estamos! O te levantas o te machaco la cabeza.
Gorka no respondió, ni se inmutó.
Así que agarré a Gorka del pijama y lo tiré al suelo con violencia. Se dio un fuerte golpe. Con mi mano derecha cogí su cabeza por los pelos y con la izquierda sujeté una de las patas metálicas de la cama. Comencé a golpear su cabeza contra la pata con potencia. Una, dos, tres, y hasta 20 o 30 veces, no llevé la cuenta. Hasta que la sangre que brotaba de su boca convirtió sus gritos en el sonido de un grifo atascado. Acabé con su vida con facilidad.
Recogí el libro de poemas con ambas manos, y, a pesar de los temblores, pude leer unos cuantos versos de Wordsworth. Levantado, con el cuerpo muerto de Gorka a mis pies, no paré de recitar hasta que Luis llegó a la celda.
Con la oscuridad del atardecer, Luis creyó que el cuerpo de Gorka sobre el suelo era mi sombra.

sábado, 25 de abril de 2009

LA SOMBRA (Cuarta parte)

Los siguientes días transcurrieron con prisas y sin pausas. Gorka y yo nos fuimos conociendo en profundidad. Yo ejercí de protector, e incluso de padre. Enseguida noté un desvarío inconsciente en la actitud de mi ahijado, sobre todo cuando aparecía en escena Rosa, la de la limpieza, quien a pesar de sus 32 años aún poseía una belleza adolescente.
Cuando uno, como yo, vive, duerme, sueña, come y caga en la cárcel durante once años, se da cuenta de cómo y en qué momentos cambia su forma de ser, y de entender. En este tiempo he tenido algo de lo que carece el resto de la gente. Tiempo. En algún cruel sentido, el encierro es un regalo. El tiempo me ha hecho reflexionar sobre mi vida, sobre mí, me ha hecho pulir mis errores, enfrentarme a mis temores, solucionar mis conflictos. La gente que sale de la cárcel tras pasar un largo periodo, es mejor persona que los que siempre han sido libres.
Todo esto se lo intenté inculcar yo a Gorka, que por primera vez en su existencia, parecía comprender.
Con las largas conversaciones que manteníamos, en ninguna de las cuales recordábamos nuestros delitos, olvidé el calendario de actividades que tenía planificado. Fuimos compartiendo las experiencias y nos hicimos buenos amigos. Le recomendé el libro de poemas que tan importante fue para mí; una antología de Wordsworth. No solo le encantó, sino que lo entendió al instante. A los tres días, podía recitarme el poemario entero. Y cuando lo hacía, una intensa emoción recorría mi cuerpo como nunca antes nada, ni nadie, lo había logrado.

viernes, 24 de abril de 2009

LA SOMBRA (Tercera parte)

El lunes no me desperté por la mañana. No me desperté porque no había dormido. Los nervios. Luis, el vigilante de mi zona, vino a las nueve a abrirme la celda. En un inhabitual silencio, le seguí por los pasillos hasta llegar a la puerta de entrada, o como yo la llamo, la puerta de salida.
Allí estaba Elisa, dos agentes de seguridad y un chaval esposado. Supuse que era otro interno que también vendría a nuestro centro.
- Gorka, este será tu compañero de celda, Alfonso. Alfonso, este es Gorka, enséñale el centro por favor.
Me quedé petrificado. Era un chaval, no tendría más de 20, 25 como mucho. Muy delgado, con barba, unas oscuras ojeras, y cara de no haber roto un plato en su vida.
- Hola Gorka, encantado.
No tenía cara de delincuente desde luego. Ni de padecer depresión alguna. De hecho tenía el semblante serio, pero no parecía ser un chico serio en absoluto. Tenía pinta de ser incluso gracioso, animado. No me esperaba nada parecido. Así sería más fácil, o al menos eso creía yo.

Durante el primer día no soltó más que monosílabos. No hablaba, no me miraba. Se quedó tumbado en su litera prácticamente todo el día. Yo, siguiendo las indicaciones de Elisa, no le quitaba ojo, pero tampoco le quise agobiar con las múltiples propuestas que tenía planeadas. Simplemente fui amable, le enseñé el centro e intenté iniciar alguna conversación sin éxito alguno.
El segundo día, cuando regresó de la terapia con Elisa, me habló.
- Esa Elisa es una pedante
Tenía una voz muy grave, de hombre.
- Si, la verdad es que si.
Le conteste con una sonrisa en la boca. Aprovechando su iniciativa, aproveché para ver si podía comenzar un diálogo.
- ¿Qué tal ha ido?
- Bien, bien, a pesar de que no entiendo la mitad de las palabras es simpática.
Deduje que no tendría estudios.
- Si, Elisa es una buena psicóloga.
La conversación se detuvo por unos instantes. Gorka la reinició con un tono aún más grave.
- Oye Alfonso. ¿Tú porqué estás aquí?
- Asesiné a mi padre.
Después de unos momentos de desconcierto, por fin me miró a los ojos. En la mirada existía algún tipo de brillo.
- ¿Cómo fue?
- Mi padre me pegaba día sí día también. Yo tenía muchos problemas, básicamente mentales. No estaba muy bien de la cabeza. Le maté y me entregué a la policía.
- Yo también he hecho cosas malas a gente.
- Lo sé.
- Fui el único delincuente de España de la noche del 23 de junio.
Aquello sí que me desconcertó, y eso que la conversación en general era todo menos convencional.
- ¿Cómo es eso?
- Violé a una chavala el día en el que jugaba la selección de España. Según dijeron los periódicos al día siguiente, fue el único delito que se registró en todo el país durante el partido de fútbol. Estaba toda España pendiente del televisor. Hasta los vagabundos seguían el partido desde fuera de los bares. Yo no soy futbolero, soy un violador.
Sus dos ojos se clavaron en mí como dos estacas. Era un chico especial, de eso no cabe duda. Era frío. Y por primera vez pude intuir esos problemas mentales de los que me había precavido Elisa.

domingo, 19 de abril de 2009

LA SOMBRA (Segunda parte)

Los días siguientes pasaron rápidos, estaba bastante excitado con la novedad, pues no ocurrían cosas excepcionales muy a menudo. No hacía más que planificar y estudiar cómo debería actuar con él, qué podría hacer en caso de que se pusiera violento. Estaba un tanto asustado y bastante nervioso. Inquieto por el reto pero también, porque se me olvidó preguntarle algo crucial a Elisa. ¿Y si se suicidaba? ¿Y sí yo hiciera todo lo posible y aún así, ese tal Gorka se quitara la vida en un descuido?
Era una situación extraña, aunque también una oportunidad. Sabía que mi buena actitud rebajaría mi condena, pero nunca fui tan optimista. Un año. La idea me daba fuerzas para encarar cualquier situación.
Lo primero que pensé, en cuanto Elisa me habló de Gorka, era en recomendarle un poemario que a mí me ayudo mucho. Luego lo medité algo más, y llegué a la conclusión de que quizás la poesía no sea un atractivo para un violador de menores despiadado. Así que opté por idear diversos planes, y sobre la marcha, ir escogiendo unos u otros. Estaba planificando todo un calendario de actividades para nuestro peligroso nuevo amigo.
Seguía las recomendaciones de Elisa, que también me insistió en no interrumpir si el preso hablaba, en escuchar siempre y con atención, o al menos fingir que se la prestaba. Sobre todo en los primeros días. También me dijo que nunca me despistara, que estuviera siempre “al loro”, y qué supervisara, sin que Gorka se enterara, los medicamentos que tomaba, cantidades y clases.
Agradecí sus consejos, pero lamenté que no me pudiera decir nada más sobre su caso, y sobre él. Me hubiera sido de ayuda saber algo sobre su vida, si tenía familia, su forma de ser, sus aficiones. Lo tuve que dejar todo a mi imaginación.
Gorka era en mi mente un hombre de cincuenta años. Desaliñado, sucio, y muy callado. De mirada huraña. Con la mente enferma. Gordo.

viernes, 17 de abril de 2009

LA SOMBRA (Primera Parte)

Al equipo y a mi particularmente nos ha encantado la actividad del otro día Alfonso, de verdad.
Siempre me pareció un tanto ridículo el que Elisa definiera a los carceleros como “el equipo”.
-Vaya, muchas gracias Elisa, ya estoy pensando en la siguiente.
Lo cual era verdad, iba a ser una sesión de sombras chinescas, nada espectacular, pero seguro que les gustaría. No eran muy exigentes.
-Muy bien, muy bien. Bueno, en otro orden de términos. Te tengo, bueno, te tenemos que pedir un favor. Ya se que no es lo normal, pero tenemos una relación que tampoco es la normal entre, ya sabes, entre psicóloga e interno.
-Vaya, estoy sorprendido. Puedes pedirme lo que sea.
Eso lo dije no muy convencido, y con una sonrisa exagerada en la boca. Estaba desconcertado.
-Verás, el lunes vamos a recibir a una persona de otro centro…un interno. No creo que hayas oído hablar de esto…me gustaría que fueras su, bueno, un…verás Alfonso, lo llaman “recluso sombra”.
-¿Qué? ¿qué es eso?
-Bueno, te explicaré todo lo que te puedo explicar, todo lo que sé. El interno que va a venir, Gorka, tiene un historial muy muy conflictivo. Él, él fue condenado por…violar a unas cuantas menores. Es agresivo y tiene tendencia a la depresión. Según todos los médicos consultados, está en un estado mental precario. Ellos temen que pueda intentar cometer un suicidio en la celda. Creen que es probable. La idea es ponerle en contacto con otra persona más sosegada. Con alguien que presente un perfil en el que tú encajas a las mil maravillas. Alguien que conozca bien el centro, que lleve muchos años aquí, que comprenda la situación y que colabore con el equipo del centro. De conducta intachable y de buen humor.
-Ya veo que me estás camelando.
-Alfonso, ya sé que a lo mejor no deseas hacerlo. Pero habrá recompensa si colaboras.
-Me sacaríais.
-En un año.
Un año. Se hizo el silencio. Ambos permanecimos mirándonos a los ojos.
-Qué tengo que hacer exactamente.
-Ser su sombra. Ayudarle, apoyarle, mejorar su estado de ánimo. Será hasta que recupere un poco la normalidad en su conducta.
Discurrieron cinco segundos en silencio.
-¿Pero es peligroso? Quiero decir, a lo mejor en lugar de suicidarse le da por quitarme a mi de en medio…o a hacer otra “cosa”…de todas maneras es un violador no…¿a cuánta gente a violado?
-No se sabe exactamente. Ni siquiera él lo sabe. Puede que más de diez.
Se hizo otro silencio. Intentaba pensar con calma.
-¿Y porqué no se lo llevan a un centro psiquiátrico?
-Bueno, eso son cosas del juez, no podemos hacer nada. Yo haré terapia con él a diario, más de dos horas al día. No tiene porqué ser tan difícil. Estoy segura de que con tu ayuda se pondrá en forma muy rápido.

viernes, 10 de abril de 2009

SIEMPRE ES AHORA
Intenté hacerla llegar este mensaje
lo escribí en un papel
y lo enrosqué en la pata de la paloma mensajera
pero ese día llovió
y así la llegó la frase
EMPR E ORA

SIEMPRE SERÁ AHORA
así se lo dejé dicho al mensajero
que avanzó en las tierras enemigas
sorteando bombas y metralla
pero cuando llegó a su destino
hizo un alarde de mala memoria
SIEMBRE Y AHORRA

Así que me dejé de tonterias
y lo puse en mi facebook

miércoles, 8 de abril de 2009

HNHL L KJRORPRO DI KRJISTRO (Segunda parte -y final-)

Emilio, el vaquero del pueblo y dueño de la vaca pagana, se enteró del incidente y fue a visitar a Apolonio.
- Apolonio, ya me he enterado de lo que pasó. ¡Cómo se te ocurre volver a andar jodiendo con mis vacas! ¡te lo tienes merecido!
Apolonio, aún convaleciente, pareció recobrar la salud y respondió con energía.
- Mmiljio, ¡eja bjertria dl kamopnl kja ddos!
Emilio entendió que el cura dijo algo así como que esa bestia del campo no era hija de dios.
- ¡Ah, sí! ¡Que sepas que esa bestia del campo no será de dios, pero que produce la leche que bien te bebes cada mañana cabrón! y no es una bestia del campo ¡se llama Amelia! ¡Acaso te llamo yo a tí bestia de iglesia! y toma, te he traido granos de polen para que te cures esa garganta.
Apolonio se hizo pequeñito, recuperó la enfermedad y se limitó a decir un distorsionado "grazzfiaj".
Pasaron los días, Apolonio recuperó la salud, más no la voz, y volvió cierta normalidad al pueblo.
Más por pena que por fé, la parroquia siguió yendo a misa, a pesar de que no entendían ni amén. El cura, aún consciente de que su mensaje llegaba hecho añicos, continuaba dando la homilía. En parte fiel a su cabezonería y en parte obligado por la ausencia de sustituto, hablaba al pueblo con la misma potencia, clarividencia y rotundidad, pero sin la misma respuesta de antaño.
La gente conocía las pausas tras cada oración, las respuestas a cada letanía, e intentaba ayudar a Apolonio repitiendo la estructura de la misa como seres autómatas.
Con el tiempo, y poco a poco, dejaron de ir Pedro, luego Nicasio, y luego Jesús.
Al cabo de dos años, tan sólo acudía ya María, la más vieja del pueblo, y Eugenio, el ermitaño que solo salía de su campestre soledad para ir a iglesia. Así fue el final de la última misa del pueblo:
- Nbub mjnopdwb dbuibhs dhwduih.- Dijo Apolonio.
- Y con su espíritu.- Respondieron María y Eugenio.
- BKIn BYG nkinmlb bub.- Los dos buenos cristianos interpretaron la pausa de Apolonio como un punto.
- Demos gracias al señor Dios.- Dijeron al unísono.
Apolonio agachó la cabeza y rogó al Señor que les perdonara, porque María tenía buena intención al responder a su incomprensible frase aunque no la hubiera terminado. También pidió por Eugenio, el solitario ermitaño que recitaba de memoria las respuestas interpretando los gestos de María, porque el pobre hombre, era sordo.

jueves, 2 de abril de 2009

HNHL L KJRORPRO DI KRJISTRO (Primera parte)

Era un pequeño pueblo castellano, cercado por un horizonte ocre infinito, y amenazado por un cielo inabarcable.
La misa dominical era uno de esos actos colectivos que daban sentido al respirar. La coartada para justificar la existencia.
Así lo debía pensar el pueblo, que acudía a la cita de los domingos con puntualidad, devoción y ropa limpia. No faltaba ni Pedro, el loco del pueblo, que iba siempre embutido -ése es el término- en el vestido de novia de su difunta madre, ni Jesús, el alcalde que pasaba más tiempo en la capital con su amante, que en el pueblo con su mujer, ni Nicasio, el lechero que cada vez echaba más agua a la mezcla para ganar más pesetas. Ahí estaban siempre Maria, que tenía que hacer de pastor a diario porque su marido, el verdadero pastor, era un vago, y Eugenio, el ermitaño que solo salía de su campestre soledad para ir a iglesia.
Ni el cura, Apolonio, faltaría más. Era ya anciano, y el único cura de la provincia. Por ello tenia que viajar a los pueblos, uno distinto por día, para dar la posibilidad de confesión, compañía a los mas mayores y comida a los mas desfavorecidos. Leía la palabra incluso a las bestias del campo. Era gracioso verle declamar las “Bienaventuranzas” a las lagartijas que huían endemoniadas entre las piedras.
Y así giraba la rueda del molino, domingo a domingo, con la parroquia completando el aforo de la pequeña iglesia del pueblo. Hasta un domingo en el que Apolonio no acudió a su cita con los feligreses. Al parecer, tratando de cristianizar a una vaca satánica con las “Cartas de Filemón”, el malogrado cura recibió una tremenda coz en la boca que le dejo desfigurado, confuso y ciertamente mosqueado.
De aquella se recupero, pero quedó ajada su voz, con la consecuencia de que toda frase emitida por sus cuerdas vocales quedaba irreconocible.

viernes, 27 de marzo de 2009

LA PERSPECTIVA JERÁRQUICA DE LA MUERTE

La idea de la muerte ronda sobre nuestros cogotes como un grupo de buitres negros. Una realidad siempre abstracta, pues aunque nos hartemos de asegurar que sólo hay una cosa segura en la vida, y esa es la muerte, en el fondo desconfiamos de que “eso” nos pueda pasar. Por muchos cadáveres que veamos, nos resistimos a creer que vayamos a acabar así algún día.
Algo absurdo, pues como bien dice Umbral, llevamos la muerte con nosotros, ya que nuestros cadáveres pasean con nosotros. Visualicen el programa de éxito “Lluvia de gusanos” en el que un siniestro Bertín Osborne cantaba aquello de “dentro de ti, hay un cadáver”. Recuerden; bajo sus pelos, su piel, su carne lucen sus huesos y su calavera. Deberían ir de luto.

Al grano. Cada día me cansa más la dictadura de la jerarquía de los muertos. Y es un tema que me arrebata a diario, pues es rutina ver en los informativos como un señor de corbata nos actualiza el obituario, añadiendo otra cuenta más al archivo de fallecidos. Son los más celebres, aquellos que protagonizan un mayor tiempo en la escaleta, los que más me enferman.
Según los libros de religión de Anaya, la editorial en la que escriben los nuevos apóstoles, los muertos que se llevan el premio (el cielo) son los que han sido más buenos.
Según “El Mundo”, que dirige el enterrador Pedro J, coincidiendo con la concepción que tiene también el mundo con minúscula, la importancia del muerto no depende de su bondad. Depende de los siguientes condicionantes:
1.- el morbo.
2.- el oficio desempeñado.
3.- los motivos de la muerte.
4.- la aportación artística.
5.- la complicación a la hora de pronunciar el apellido.
No importa si usted es un jardinero genial, un taquígrafo dedicado o un barrendero de leyenda. Su expiración no será retransmitida.
Así pues, hoy en día, y en contraste con el dogma cristiano, el obituario de una buena persona, como Vicente Ferrer (el pobre está knockin´ on heaven´s door), ocupará el record de tres columnas, y en cambio la muerte del famosete, asesinado violentamente, artista de turno, puede que incluso un suplemento especial.
Pero eso no es lo peor. El origen de mi reflexión viene por Marta del Castillo. Sobre toda la imagen de los cientos de personas agolpadas frente a la comisaría que gritaron “asesinos” e “hijos de puta” a los presuntos homicidas. Los millones de personas que sentirán algo, aunque solo sea por unos instantes, cuando aparezca su cadáver. Los cientos de personas que llorarán en ese momento. Sentimientos dirigidos, y provocados por la muerte de alguien que no nos es conocido (más que por unas fotos del tuenti) y que, no sabemos si a ciencia cierta, y a nadie le ha importado, era una buena persona o no.
Cada detalle morboso conocido amplia la lista de invitados a su entierro por miles. Si no hubiera estado desaparecida no hubiera ocupado más de una noticia en la página de sucesos.
Me opongo a la dictadura de la jerarquía de muertos. Si alguna vez me importa la muerte de alguien famoso será porque me ha enseñado cosas tan importantes como me pudiera haber enseñado un familiar o un amigo. Y esos casos serán los menos.
La sociedad es carroñera. Se alimenta en los cementerios.
Yo, y en mi nombre el cadáver que habita en mi interior, escribimos esto porque tenemos la seguridad de que la lista de condicionantes variará en el futuro. Esperamos que dentro de 50 años, en el top ten thanatos, aparezcan los bloggeros famosos.

jueves, 19 de marzo de 2009

SUCESOS REUNIDOS y restaurantes especilizados

ya en tiendas.
Un escalestris en el que gana el que vuelque el coche y le de más vueltas de campana.
barbie travesti (o ex-Ken) con accesorios como una jeringuilla rellenable o un alijo dentro de un chihuahua
una cocinita para aprender a preparar platos envenenados
un piano con sonidos pregrabados de chillidos de putas torturadas, gritos de hindúes quemándose a lo bonzo y aullidos de menores violadas

RESTAURANTES ESPECIALIZADOS
HOY...cocina de Kenia.
De entrante cuenco de barro al vapor.
Primero; barro hidrogenizado.
Segundo; croquetas empanadas con arena rellenas de barro.
Postre; Tiramisú de barro.

viernes, 6 de marzo de 2009

EL LAMENTO DEL LAGARTO

Así que estaba en mi nueva y flamante casa pensando en todas las cosas que tenía que hacer cuando apareció una ágil cucaracha en la cocina. Homicidio en primer grado. Móvil; no puedo convivir con nada que tenga más extremidades que yo. Arma; unas adidas classic.
Para acallar mi conciencia, decidí darme un respiro y refugiarme en el bar de abajo, El lamento del lagarto. Nunca había entrado, ya que siempre que pasaba por la puerta veía 4 o 5 negros servidos por otros 2 o 3 negros. En total, de 6 a 8 negros.
Y no hubiera entrado si no supiese que había un concierto de piano (¿?)
Así que entro en el baro donde habitan 4 seres; dos negros, que eran los dueños, un borrachín sudamericano y un calvo encallado en la barra.
- Venía por el concierto...¿no es hoy?
El calvo responde;
- Si, si, esque estamos esperando a que venga más gente.
Enseguida intuí que el alopécico era el pianista. Fumaba coronas y bebía whisky con coca cola. El calvo se gira y le dice al negro:
- Ponme otra con coca cola.
Reacción del negro; pone cara de dique y mastica un "joder" mientras le sirve otro puñetero cubata.
Pero todos mis deberes, la cucaracha y la mala ostia del negro desaparecieron en cuanto el pianista puso su dedo sobre la primera tecla.
Con un misterioso y elegante tango de Piazzola comprendí que el borrachín sudamericano (Gardel, tallador de madera) estaba bastante solo en Madrid, se hundía en el alcochol para olvidar su nostalgía y echaba de menos a una mujer.
Con el vals y el bolero entendí que el negro malhumorado estaba cansado de ofrecer concierto y que no fuera ni dios.
Entonces entraron otros 4 negros, muy ruidosos, y el pianista se enrolló con Thelonius Monk. juro que creí estar en un club de Nueva York en los 50.
Pero la que realmente me transportó a otros lugares fue la versión de Space Oddity de Bowie, muy libre, pero grandiosa. He escuchado esa canción 1329 veces, y nunca me emocionó tanto.
Así que ahí estabamos, esa macedonia humana, siendo manejados por las teclas de ese instrumento, con todos nuestros problemas fuera del bar, en un universo paralelo, aunque fuera por media hora, aunque fueramos cuatro gatos.
Y el pianista ahí estaba, dándole a la tecla, a pesar de los ruidosos amigos del dueño, de la falta de público, y de la mala acústica del lugar. Era uno de los músicos que seguía tocando cuando el Titanic comenzó a sumergirse.
Porque de eso se trata, de seguir tocando aunque el Titanic se esté hundiendo.

martes, 3 de marzo de 2009

LA MEMORIA FIJA

Con la memoria fija
en la diana del tiempo
el pelo prófugo en el lavabo
los dientes esquinados
de morderme el mundo

jueves, 19 de febrero de 2009

INVIERNO INTERMINABLE

top de peliculas de febrero

Muy buenas
1.- The wrestler
2.- La historia completa de mis fracasos sexuales
3.- Berlin, Lou Reed
Normales
4.- Arropiero
5.- Control
Malisimas
6.- Idiocrazy

top de canciones de elvis costello de ferebro
1.- oliver´s army
2.- hiding place

Soy el silencio

En este invierno vírico

Interminable que ha congelado tus besos

Ralentizado mis latidos

Dándole largas al tiempo


Genero el polvo invisible

Que se acumula sobre el alféizar

Esperando a la primera hormiga del año

y que anuncie el sol que me devuelva mi rostro

sin provocar sombras de san valentines cobardes

ni quemaduras precoces


Conozco el letargo homicida

La prensa de mañana

El zumo de los sueños que se olvidan



domingo, 15 de febrero de 2009

TEORÍA DE LA RELATIVIDAD


Adjunto imagen de un brazo de gitano llamado "Mayca".
Hoy he ido en metro. Ese kebab de carne humana. Mixto, de pollo y cordero. Me gusta tener estas experiencias middle-class aunque sea de manera esporádica. He recordado la leyenda de La Curri del tren ligero. Resulta que para ir a mi trabajo, o como yo lo llamo cariñosamente "uno de los nueve círculos del infierno de Dante", hay que coger metro y luego el denominado tren ligero, el tren light. A partir de ahora nos referiremos a éste como "tren de la bruja", debido a la velocidad absurda que adquiere.
Pues bien, existe una leyenda, según la cual, existen diversos testimonios que afirman haber visto en el tren de la bruja a Curri Valenzuela. Esa mujer con cara de susto perpetua. Es un mito para meter miedo, no me creo sus palabras. No me imagino la situacion de estar en el dichoso tren de la bruja, a unos 5 km/h, y tener delante de mi al espectro de Curri Valenzuela. Estén atentos.
Pues bien, iba yo en metro, ese brazo de gitano relleno de personas, y me acordé de Australia, que al parecer está ahora como el socarrat de un arroz a banda. Durante las últimas dos semanas ha subido como el demonio el consumo de agua de allí, pero no para apagar fuegos, sino de agua del inodoro. Al parecer tanta llama a provocado una histeria urinaria sin parangón. Pero yo les quiero dar mi apoyo, a los australianos y a sus vejigas. Australianos, sé que el fuego dan ganas de hacer pis, coño podías haber apagado así el incendio, bueno, en fin, a lo que voy, que hay que saber relativizar en la vida, que es por cierto en lo que invierto yo actualmente el 90% de mi tiempo. Quizás ganaría más tiempo si dejara de cagarla.

Recordemos el caso de Auschwitz, esa empresa jabonera. En su momento, joder, lo pasé mal, para que engañarnos. Toda aquella historia de gasearte y tal, pues oye, como que era molesta. Pero luego con el tiempo lo recuerdas y te ries. Pues eso.
Ya tengo nombre para cuando sea dj. Me llamaré Dj Despotismo ilustrado. Toda para el pueblo pero sin el pueblo. Cuando alguien me pida algo para pinchar le diré; "si si, tio, ahora mismo" y seguiré poniendo lo que quiera. Pincharé Oasis y en mi casa escucharé Robert Wyatt. Todo un déspota sobre los platos.
¿Qué os parece la idea que he tenido de promocionar "Gomina Corrupción"? "Para ti, que tienes el pelo rebelde, como tu ética".
Acabo de ver "la historia completa de mis fracasos sexuales". Me ha gustado mucho, tanto, que voy a hacer algo parecido en este blog; voy a describir, una a una, todas mis relaciones personales, con honestidad y todo lujo de detalle. Empezaré con mi primera novia; Gimena.

mar de domingo

Observa con ojos de pez el reflejo distorsionado de su cara en la curvatura del grifo.
La bañera es demasiado pequeña, pero aun así piensa que le reconfortaría el ritual del remojo. Como una alubia. Piensa que se le ablandarían los duros demonios de la conciencia, que al día siguiente estarían blanditos, para hacerlos guiso y comerlos.

La bañera no es la misma de cuando se lavaba una vez a la semana cuando era un crío, con su hermano. Ya no está su hermano. Ya no cabe en la bañera. Ya no es un crío.

Tiene miedo de acordarse de nuevo. De invocar de nuevo al niño. El vértigo de la locura. En menudo lío se ha metido, piensa.

Investigando en el santoral, descubrió con satisfacción que el día anterior fue el patrón de los cobardes. Eso da sentido a todo. A cuando huyó a aquel bar, buscando refugio. A la vergüenza que sintió cuando ni frente a su rostro congelado fue capaz de decir la verdad.

Deseó esconderse dentro de sus zapatos.

Ahora se enfrente a la espuma de los días en una bañera en la que no cabe. Es domingo, día del interrogatorio. Todo pasará rápido, mañana será lunes, día del interrogante. El martes tiene anotado en su agenda un deber; “mudar de piel”.

Piensa en las mujeres. Todas las mujeres que ha besado. Desentierra en la fosa común de la memoria. Allí yacen sus cuerpos, mutilados, destrozados, podridos. Piensa en cada vez que abrió una nueva carpeta con el nombre de una de ellas. Piensa en lo poco que se tarda en eliminar luego esa carpeta: segundos.

Reflexiona; da igual qué decisión tome. Sea la decisión que sea, todo acaba igual. Tiene menos remordimientos que un Kalashnikov.

Cree que su vida solo tiene un sentido. La carcajada. La carcajada es ofensa. Es reírse de. Es inconsciencia temporal. Es explosión. Se le da bien carcajearse y se le da bien provocarla.

Solo le aguantan sus huesos.

206 huesos de acero.

El agua de la bañera no cala los huesos.

Que envidia de la gente que solo lee las solapas de los libros.

Ojalá fuera arcilla
y
se deshiciera
en el mar de domingo.

martes, 27 de enero de 2009

Tus besos

Tus besos
fiebre amarilla y sarampión

SIN TITULO

Me condenaron por decir
"somos la generación del semen seco sobre la pantalla"
y un millón de pollas reprimidas
deprimidas enrojecidas de furia y fiebre
vinieron a sodomizarme
pero yo ya me había ido

Me condenaron por decir
"yo me canto, me celebro y me posteo"
y mis amigos del facebook, fotolog, blog, flirck,
foro, tuenti, twitter, messenger y chat
vinieron a formatearme el alma
pero yo ya me habia escapado

Me condenaste por decir
que el bajorrelieve de tu rostro
ilumina el corazón de un sin cielo
y viniste a asesinarme, a deshuesarme
pero yo ya
había abandonado el edificio

Tu nombre

Es ahora tu nombre
líquido amniótico de mis días
incendio provocado que urge
apagar

miércoles, 21 de enero de 2009

SAN JUAN JOSÉ

Estoy vivo de milagro
tendrán que hacerme santo
rellenar millones de formularios
tendré que reajustar mis creencias, mis honorarios

Los pelos de mi pecho son terminaciones de raices
de un árbol que bombea savia
un árbol que se seca
un árbol que florece
un árbol que da cobijo
un árbol que se seca

Las noches con las que tropiezo
en las que me licuo
en las que me beben
en las que me vomitan
para a la mañana siguiente despertar siendo charco
decorado de calles con halitosis
buscar mi casa, buscar mi casa
y empezar a solidificarme
y dar vuelta atrás a esta página
son las 12 ya tengo memoria
toca aprender las herramientas
del photoshop de los recuerdos

Me acerco a la ventana
para volver a abrir las manos
para
que se vaya volando
esta nueva ilusión

Volver al relojero
para que
me arregle el corazón
y me diga; "de milagro,
estás vivo de milagro"

YO TAMBIÉN SOY BOLIVIANO


Muchas cosas han pasado desde la última vez que actualicé. Ahora estoy de mudanza, aunque no sé si al final se hará efectiva, me acaban de pasar el contrato y al parecer si me voy del piso sin avisar tendré que comerme mis propios excrementos durante los próximos 45 años, entregarles a los primeros tres hijos que tenga y dejar de comer peras de agua. Si no lo cumplo, enviarán un ejército de monstruos alados que tienen en el trastero de la agencia. Al menos el primer punto lo podría hacer con gran gusto. Les mandé un correo diciéndoles que el contrato me parecia leonino.

Soy de derechas. Mi propósito de nuevo año, en el 2008, fue empezar a fumar en serio. Más o menos lo he cumplido. Mi propósito en este 2009 es hacerme de derechas. Soy de Valladolid así que los genes me ayudarán, pero tengo mucho trabajo que hacer. Más aún con los sueños que últimamente tengo;

El otro día soñé que me convertía en machu picchu. Iba en el metro y como siempre, se jodia, se pinchaba una rueda o lo que fuera, y me tocaba esperar 25 minutos en el metro (que sueño tan prosaico). Poco a poco fui empequeñeciéndome y mi tez se iba oscureciendo. De golpe, saco el móvil de mi bolsillo y empiezo a poner un reaggeton a todo trapo. Era boliviano. Adjunto imagen.Con traje regional y de tanto mascar coca to escorzao. Ya me dirás que hacía yo en el bibliómetro del metro Peseta hasta las cejas de coca. Cuando iba a coger Mortal y Rosa de Umbral me desperté de tan crepidante sueño. Me miré en el espejo y me dije: "su DNI, por favor".